Emilce Cuda, rostro femenino de una Iglesia en «salida»
Fidalgo / 26 Novembre 2021

Empecemos por ofrecer algunos datos para conocer mejor a esta mujer que, además de propia valencia personal, puede ser signo de una forma de responder como Iglesia ante los signos de los tiempos. Nacida en Buenos Aires – Argentina (26.12.1965), ha sido la primera mujer laica argentina en obtener un doctorado en teología moral en la Pontificia Universidad Católica Argentina (2010), especializada en cuestiones sociales (estudió Ciencias Políticas en la Northwestern University de Chicago, Economía y Negocios en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales), y ha sido recientemente nombrada como nueva jefa de oficina de la Pontificia Comisión para América Latina (2021)[1]. Es mujer, laica, esposa y madre, casada con Patrick Joseph Dunbar, sus hijos: Tomas y William. Además de su experiencia docente y de asesoría en grupos nacionales e internacionales, le caracteriza su interés, dedicación y diálogo con la cultura popular, los sindicatos y los movimientos populares. Entre sus contribuciones, en la que se pueden percibir sus centros de interés, se podrían citar: Democracia y Catolicismo en Estados Unidos: 1792-1945 (2010); Democracia en el Magisterio Pontificio (2014); Para leer a Francisco. Teología, Ética y Política[2] (2016; Leggere Francesco. Teologia, etica e politica – 2018); como editora: Nuevos estilos…

Un nuevo año académico. Desde el desafío de no soltar y liberar al “niño de Kabul”
Fidalgo / 15 Ottobre 2021

No se trata solo de una imagen, sino de una metáfora que encierra -con todo su clamor- una rotunda invitación a no seguir andando por el solo avanzar de un simple calendario. Es una invitación a salvar el presente preñado de futuro, pero al mismo tiempo amenazado en su más neurálgica fragilidad. Es una invitación a ser más que nunca conscientes que nuestra historia nos reclama autenticidad, veracidad y sobre todo la capacidad de respuestas sapienciales y proféticas. He aquí donde nuestro servicio formativo, en la escuela de san Alfonso, puede tener su lugar, más aún, su hogar natural. No soltar y liberar es la tarea urgente, esto es, rescatar de las amenazas y dar al menos alguna oportunidad de ir más allá de todas las atrocidades humanas presentes en todos los bandos, con más o menos responsabilidades. Nadie queda ajeno al dicho «quién esté sin pecado que arroje la primera piedra». El estudio no puede ser un lugar ni abstracto ni alejado de los verdaderos clamores de la historia, se debe saber insertar en los entramados de la historia para poder desde allí encontrar las mejores alternativas que hagan lo más digna y libre posible la existencia humana y…

Superar el odio desde el paradigma del cuidado
Fidalgo / 18 Giugno 2021

Como creyentes, más aún como seres humanos, más que nunca en este momento histórico no solo se nos reclama lucidez crítica, sino respuestas lo más plausibles posibles, para que nuestra humanidad sea tal y no se pierda a sí misma arrastrando con ella todo el entero ecosistema. El papa Francisco nos ha embarcado en el proyecto de pujar por una humanidad más fraternal/sororal/solidaria, para salvar y cuidar nuestra humanidad y nuestra casa común. Nos ha invitado, de alguna manera, a entretejer alternativas de vida, a suscitar estilos de vida alternativos que ayuden a evidenciar que somos capaces de no autodestruirnos. Sus planteos no son solo meta-éticos sino además, y principalmente, transformadores de la realidad, desde su mayor hondura y complejidad. Por eso, se podría decir que se trata de proponer ese horizonte utópico que permite andar con pasos proféticos y liberadores por esta historia, buscando las mejores mediaciones socioculturales, políticas y económicas para seguir andando con dignidad y libertad. En este sentido, nos ha ofrecido su Carta encíclica Todos hermanos/as (2020) diciendo de entrada que nos la entregaba: «como un humilde aporte a la reflexión para que, frente a diversas y actuales formas de eliminar o de ignorar a otros,…

Nadie se salva solo/a
Fidalgo / 7 Maggio 2021

Una frase que va desde ser un título de una novela (Margaret Mazzantini), que relata la intimidad del amor que se rompe y se abre al futuro de forma esperanzada, a slogan para enfrentar la presente “pandemia” utilizada ampliamente en los medios por varias personas. Una frase que sirve tanto para dar ánimos como para alentar actitudes sociales. Pronunciada por el papa Francisco, desde el punto de vista religioso, asume tonalidades aún más significativas. Según él, en este contexto epocal «nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados». La actual situación puso de manifiesto una crisis mundial sin precedentes, a la cual se le suman de modo más o menos evidente otras tantas crisis locales y globales, que están allí amenazando cotidianamente nuestra humanidad. Francisco ha afirmado que de esta crisis «nadie se salva solo/a»[1]. No es fácil olvidar la imagen de un Papa en medio de una desierta plaza san Pedro, bajo una lluvia tenue y un panorama que reflejaba un clima mundial donde la mayoría de la humanidad experimentaba el avance de una oscuridad que hasta el día de hoy nos sigue acompañado. Pero, la cuestión no es tanto lo que sucedió…

Una nota pascual para una teología moral pascual
Fidalgo / 9 Aprile 2021

Jesucristo es el viviente, no está entre los signos de la muerte, les ha dejado detrás. Pero él está, no allí en el sepulcro, sino en el gozo nuevo que reclama más que nunca la perspectiva de una fe que no se resigna, porque está alentada por el amor que busca seguir amando, proseguir las huellas del amor que se hace camino y voz de servicio en el aquí y ahora de la historia. La resurrección no se llevó a Jesús a ninguno paraíso perdido o lejano, nos lo ha devuelto viviente, más hondamente presente en el entramado de nuestra historia. Si en su parto histórico estuvo contenido en el vientre amoroso de una joven fiel, ahora ha sido regenerado en el vientre joven de la vida y de la historia que recomienza como nueva creación, de la cual es Él el primogénito. Así pues, Jesucristo sigue renaciendo allí donde toda muerte es vencida, donde se descrucifica la vida. La resurrección no es solo la puerta a una vida eterna en un más allá desconocido y descolgado de este nuestro más acá. Es la fuerza de la eternidad en el tiempo, es el tiempo abierto a la inmensidad que solo…