La conversión cristiana reclama el estar atentos/as al llamado del Dios-de-Jesús, a fijar la mirada en un doble movimiento, que puede ayudar a reorientar el camino de la vida en una doble dimensión. Se trata de mirar hacia lo profundo y de ver cómo accionar en el corazón de la realidad. Muy hacia adentro y muy hacia afuera, al mismo tiempo. Sin dualismos aunque no sin tensiones, complejas y paradojales. Mirar a lo profundo, muy hacia adentro, redescubrir quiénes somos y podemos llegar a ser. Apuntar a rehabilitar la dinámica comunional de nuestra realidad relacional. Somos hechuras del Dios-Triunidad-comunional. Su misma dinámica nos configura y nos mueve desde lo más profundo a superar todas las tendencias individualistas, egocéntricas y egoístas, para expandirnos como seres humanos relacionales mediante relaciones humanizantes y liberadoras. Hemos sido creados/as, redimidos/as y santificados/as desde y mediante esa dinámica comunional. Desde la hondura de la identidad comunional, el ser humano se abre a su epifanía como alteridad. Esto le permite reconocerse en los diferentes tipos y niveles de relacionalidad con los demás y con toda la realidad ecosistémica. Mirar hacia afuera para ver cómo accionar en el corazón de la realidad personal, social, estructural y sistémica. Puesto…

«Il nostro mondo è spesso chiuso all’orizzonte divino e alla speranza che porta l’incontro con Dio». Con queste parole Benedetto XVI descriveva la realtà in cui viviamo. Contestualmente il compianto papa Ratzinger aveva fatto notare che per questo motivo «oggi i cristiani sono chiamati a essere testimoni di preghiera». Continuando, egli ha condiviso con la Chiesa contemporanea la convinzione che «nell’amicizia profonda con Gesù e vivendo in Lui e con Lui la relazione filiale con il Padre, attraverso la nostra preghiera fedele e costante, possiamo aprire finestre verso il Cielo di Dio. Anzi, nel percorrere la via della preghiera […] possiamo aiutare altri a percorrerla»[1]. La quaresima, che stiamo vivendo, era considerata dalla Chiesa primitiva il tempo privilegiato per la preparazione dei catecumeni ai sacramenti del Battesimo e dell’Eucaristia che venivano celebrati durante la Veglia pasquale. Il periodo quaresimale veniva considerato come il tempo del divenire cristiani che non si attuava in un solo momento, ma esigeva un lungo percorso di conversione e di rigenerazione. Durante la quaresima, la Chiesa – facendo eco al Vangelo – propone alcuni impegni specifici che accompagnano i fedeli in questo itinerario di rinnovamento interiore: l’elemosina, la preghiera e il digiuno. La quaresima, come ci…

Es difícil determinar a ciencia cierta el origen concreto histórico del carnaval (así como lo conocemos en occidente), lo más seguro sería referirlo a la celebración de la fiesta romana de los Saturnales[i], fiesta de un tenor altamente popular y con una carga social significativa, desde el momento en el cual se realizaba una especie de cambio de roles, donde los hombres se vestían de mujeres y los amos se vestían de esclavos, había intercambio de regalos y los esclavos tenían tiempo libre, se daba riendas sueltas al jolgorio general. Lo interesante es que solía hablarse de “relajación de las normas” sociales. Dando así a entender que estas, aunque necesarias, debían ser de alguna manera relativizadas o descomprimidas, al menos en algún momento. El carnaval unido a las celebraciones cristianas de la cuaresma, era como un último permiso (toda “carne” vale antes de “quitar” toda “carne”), por así decirlo, a la liberalidad del jolgorio popular[ii], donde el pueblo, de alguna manera, ejercía una cierta soberanía sobre las costumbres personales y sociales, para luego pasar a un régimen de purificación en orden a reestablecer el justo orden moral de los usos y costumbres, siempre según los parámetros cristianos (bastante “condicionados” por…

  I think of Lent as a training period to develop our capacity for vulnerability, recognition and accompaniment.  My last three blog entries have been on vulnerability.  Recognition was implicit throughout those earlier claims but now it’s time to make it explicit. Earlier we saw that that the Good Samaritan’s vulnerability becomes apparent when he recognizes and then accompanies the wounded man.  Recognition and vulnerability go hand in hand in that parable as well as in the parable of the Prodigal Son as the father’s vulnerability to his two sons becomes evident through recognition and response.  While recognizing his younger son’s prodigal request for mercy and reconciliation, he also recognizes the older son’s resistance to recognizing his own brother:  in speaking to his father the older one refers to his brother as “this son of yours,” but the father entreats the older one to recognize that his son is this man’s brother:  “this brother of yours was dead and has come to life.” (Luke 15.32). Vulnerability inevitably has as its first response recognition. The failure to recognize, as in the Rich Man and Lazarus (Luke 16: 19-31), is the beginning of the path of perdition.  Not surprisingly then in the…