Un mundo de contrastes
Fidalgo / 10 Maggio 2019

  Un mundo de contrastes Vivimos en sociedades donde al parecer asustan mucho las diferencias, donde cuesta incluir lo diferente, lo que no encaja con esquemas preconcebidos. Sin embargo, al parecer, no duelen ni preocupan demasiado los contrastes (video). Las diferencias son necesarias, y con ellas y desde ellas podemos entretejer la vida, con sus variopintos colores, sabores y, sobre todo, sabidurías, las cuales nos darán trabajo ciertamente, muchas veces habrá que respetarlas, otras integrarlas y otras superarlas, pero que al final nos dejarán siempre con la satisfacción de haber recibido la vida en su mayor dignidad, esto es, en su riquísima variedad de expresiones humanas y bio-sistémicas. Los contrastes no son solo diferencias “notables”, definirlos así no es más que un eufemismo hiriente y fatuo. Más bien indican realidades que se oponen radicalmente. Se repelen una a otra, porque una desenmascara a la otra, porque una resulta insultante y denigrante para la otra. Por lo tanto, hablamos de realidades que expresan: contradicción, contraposición, antagonismo, enfrentamiento, contrariedad. Nuestros jóvenes, y con ellos todos/as nosotros/as, vimos en un mundo signado por el gran contraste de estar «lleno de progresos», pero en el cual estamos expuestos «al sufrimiento y a la manipulación»,…