Tecnología digital y ritos en familia. La comida en familia

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En un artículo anterior hemos analizado la experiencia en familia de la peregrinación a Santiago de Compostela como un rito con el que la familia construye la estructura simbólica que le da cohesión y horizonte de sentido. Veamos ahora otro ejemplo de rito familiar: la comida en común[i].

1. Un nuevo contexto sociocultural

La comida es un momento importante en la vida de la familia, pues permite a sus miembros celebrar lo que les une, compartir experiencias significativas y construir juntos una narrativa común. Ya en la Grecia del período clásico se consideraba la comida en común como un aspecto definitorio de la familia.

No obstante, antes del siglo XIX, las familias norteamericanas no consideraban la comida como un evento especial, tal vez porque sus miembros solían estar siempre juntos y no sentían esa necesidad. Cada uno comía algo cuando le apetecía[ii]. Incluso cuando se preparaba la comida para todos a la misma hora, los varones solían comer separados de sus mujeres e hijos.

En la segunda mitad del siglo XIX, sin embargo, se sentía ya la necesidad de comer juntos y de atribuirle a la comida un significado ritual. Seguramente en esto influyó el nuevo contexto social, urbanizado e industrializado. El trabajo asalariado y fuera de casa había reducido mucho el tiempo que los miembros de la familia podían pasar juntos.

El actual contexto sociocultural «reduce el ámbito de las certezas racionales al de los logros científicos y tecnológicos»[iii]. La mentalidad positivista, centrada en lo concreto, dificulta el percibir un significado simbólico-religioso en los objetos y eventos de la vida ordinaria. Según Baudrillard, las nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) están creando sujetos autistas, que abandonan lo simbólico y lo substituyen por signos e imágenes autorreferenciales que nos encierran en una hiperrealidad anestesiante[iv].

El Papa Francisco se refiere a la aceleración de la vida moderna («rapidación» LS, n.18) que favorece la agitación irreflexiva y «nos impiden tomar contacto directo con la angustia, con el temblor, con la alegría del otro y con la complejidad de su experiencia personal» (LS, n. 47). Todo esto podría condicionar los ritos familiares, que florecen cuando los miembros familiares comparten tiempo, espacio y proyecto común. No obstante, hoy siguen siendo importantes las experiencias rituales en familia, de fuerte carga simbólica.

2. TIC y vida familiar

Gracias a las TIC, los miembros de la familia pueden seguir en contacto por un coste reducido y a pesar de la distancia, incluso cuando viven en países lejanos. Algunas personas afirman que las TIC les permiten hablar incluso sobre aspectos banales, pues lo que realmente cuenta es el estar en contacto. Sin ellas, su comunicación sería más utilitarista, centrada sólo en las necesidades.

La comunicación digital ha hecho también más evidente el contraste generacional entre los jóvenes nacidos en la nueva cultura digital (nativos digitales) y las viejas generaciones (inmigrantes digitales). G. Mesch afirma que el uso de las TIC en familia ayuda a reforzar la relación padres-hijos cuando se hace por motivos formativos, mientras que resulta problemático cuando el objetivo es el entretenimiento, sobre todo si se trata de videojuegos. Veremos que esto se verifica especialmente durante la comida familiar.

Con frecuencia, los padres piensan que las TIC alejan a los hijos de sus obligaciones y de los compromisos familiares. De todas formas, tampoco ellos dudan en usarlas para estar en contacto con sus hijos e incluso para controlar lo que hacen. Por su parte, los hijos son reacios a reconocer que las TIC les distraigan de la vida familiar e intentan protegerse de la curiosidad paterna.

3. La comida y sus rituales

El rito de la comida incluye la preparación de los alimentos, el colocar la mesa, las normas de urbanidad, la limpieza posterior de la vajilla, etc. Hoy es normal que todos los miembros de la familia participen activamente en estas tareas. Ese tiempo juntos suele ser visto también como un momento privilegiado en el proceso de educación y socialización de los más pequeños.

Observando esos rituales, se puede apreciar el papel que cada miembro de la familia asume (padre, madre, hijos, hermanos y hermanas) y la influencia que ejerce sobre el resto. Diversos autores constatan la resistencia de algunos jóvenes a las normas establecidas en su familia para ese momento, lo que obliga a sus padres a recordárselas frecuentemente.

4. El uso de las TIC durante la comida

Uno de los aspectos controvertidos suele ser el uso de las TIC durante la comida en común. Este uso no es algo nuevo. Ya en el año 2010, un 63% de las familias USA con niños o adolescentes reconocían que solían ver la televisión mientras comían. Actualmente, las familias parecen haber aceptado el uso de la televisión, pero el teléfono celular despierta más reticencias. Los padres, sobre todo, suelen considerarlo problemático porque distrae, favorece prácticas alimenticias poco saludables y hace más difícil el compartir juntos[v].

También en esto hay algunas excepciones. Es cierto que, durante las comidas, las familias suelen rechazar el uso del móvil para fines puramente personales, pero suelen aceptarlo cuando su uso va asociado a intereses comunes y al tema de conversación[vi]. Tratando de responder a esas preocupaciones, la industria ha desarrollado aplicaciones informáticas para objetivos concretos, por ejemplo, para ayudar a que los niños coman.

Conclusión

El Concilio Vaticano II afirma que la familia es una «Iglesia doméstica» (LG, n. 11), subrayando así su importancia como espacio ritual donde se transmite la fe y se fomenta la vocación de cada uno de sus miembros.

Las TIC están cambiando el modo en que la familia celebra sus ritos y la forma en que los miembros se relacionan. De todas formas, hoy los ritos familiares siguen presentes e invitan a mirar hacia un horizonte simbólico que ayuda a superar las polaridades y la dialéctica conflictiva.

Resulta así más fácil gestionar serenamente el contraste generacional entre padres e hijos, integrar emociones, deseos y puntos de vista. Los miembros de la familia pueden así superar conflictos y «alcanzar una unidad multiforme que engendra nueva vida» (FT, n. 245).

p. Martín Carbajo Nuñez, OFM


[i] Estos párrafos han sido reelaborados de un artículo mucho más amplio y con abundante aparato crítico: Carbajo-Núñez M., «Technology and family rituals», in Anthropos 118 (2023).

[ii] Early Americans of European descent «ate frequently and irregularly in a manner not unlike modern snacking». Gillis John R., A World of Their Own Making: Myth, Ritual, and the Quest for Family Values, Harvard UP, Cambridge (MA) 1997, 89.

[iii] Benedicto XVI, «Porta fidei. Carta apostólica» (11.10.2011), n. 12, in AAS 103 (2011) 723-734.

[iv] Baudrillard Jean, Il delitto perfetto. La televisione ha ucciso la realtà?, Raffaello Cortina, Milano 1996, 153.

[v] Fulkerson Jayne A. et al., «Family Meals: Perceptions of Benefits and Challenges Among Parents of 8-To-10- Year-Old Children», in Journal of the American Dietetic Association 108/4 (2008) 706-709.

[vi] O’Hara Kenton et al., «Food for Talk: Phototalk in the Context of Sharing a Meal», in Human-Computer Interaction 27/1-2 (2012) 124-150.

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