La humildad es una de las virtudes cristianas más fundamentales. La falta de humildad no solo bloquea la maduración espiritual del individuo, es generadora de conflictos en la comunidad. Llegar a ser humilde debiera ser el deseo de todo creyente, pero se trata de una aspiración difícil de llevar a cabo. Entre otras cosas, porque, a diferencia de otras virtudes como la fortaleza o la templanza, en la virtud de la humildad no se puede avanzar a base de disciplina y fuerza de voluntad…. (Continua a leggere)
