Sinodalidad, ¿vino nuevo en odres viejos?
Fidalgo / 21 Ottobre 2022

Sin duda, es más que loable que la Iglesia, inspirada por las decisiones e improntas del papa Francisco, se lance con más o menos convicciones a procesos sinodales. Seguramente en muchas comunidades puede que todo este trabajo vaya dejando florecer necesarios frutos de vida nueva. Pero no obstante queda una doble duda, si será así en definitiva para toda la Iglesia, en y desde todas las comunidades, y si en verdad se quiere “una Iglesia siempre en transformación”, una Iglesia en verdad «en salida», siempre a la búsqueda del «encuentro» con “los otros”, los alejados, los perdidos, los descartados, las situaciones periféricas, los desafíos epocales, o solo se reflotan ciertas tendencias para robustecerse hacia adentro o defenderse mejor de las “insidias” y “ataques” “del mundo”, sin asumir los reales cambios a los cuales los signos de los tiempos y el mismo Espíritu impelen a la Iglesia de hoy como de siempre. En la línea del Vaticano II, la Iglesia sigue siendo llamada a configurar su identidad en y desde su impronta de servicio a la humanidad. Una Iglesia que asume que su configuración histórica no es ya – y quizás nunca debió haber sido – la de una “cristiandad”, sino…